Y ahora parece que siii, una carrerita, desplegamos alas, cogemos impulso y ¡a volar!
¡Bienvenid@s a Cuentos en la Cabeza!, una librería muy especial, llena de cuentos con un sin fin de valores para compartir.
Y al volante…¡yo! encantada de poder atenderte en lo que necesites. Con algo de experiencia en el maravilloso mundo de los libros y muchos cuentos en mi cabeza, abro las puertas de este espacio vivo, esperando ver como nace una bonita comunidad de lectores y cuentistas.
Los recuerdos más bonitos de mi infancia huelen a libro. Visitar con mi padre una pequeña librería del barrio y comprar cuentos, colorines y creyones. Hacer parada en el estanco de Don Fruto, donde mi madre compraba revistas, y donde conocí a Zipi y Zape, y a Don Mickey. Cada comienzo de curso, cuando la librería se perfumaba con el olor de los libros de texto, siempre caía algún Barco de Vapor, extra. Encontrabas libros en todos los rincones de la casa y alguien leyendo a cualquier hora del día. Libros de todo tipo, de casi todos los géneros, pero los cuentos siempre han sido especiales, nos gustaban a tod@s, a grandes y pequeñas. Y a la hora de dormir, inventados o leídos eran mi puerta al sueño.
A lo largo de mi vida, siempre los autores y sus letras, en libros, cuentos y canciones han estado presentes, acompañando alegrías, guiando en el camino, apoyando el impulso, sosteniendo en la tristeza. No soy capaz de imaginar la vida sin libros, sin cuentos, sin autores y sin cuentistas.
Ahora que soy madre, más que en otros momentos, pienso en lo valiosa que es la lectura, para la vida. Cómo amplía la mente, te invita a la reflexión, te acompaña; y por todo eso y mucho más, siento la necesidad de transmitir esa emoción, ese gran poder que te dan los libros, los cuentos, las narraciones, a mi hija y todas las personas que les resuene esto que les cuento.
Adoro los cuentos que hablan de nuevas formas de aprender, de enseñar; cuentos que desetiquetan, cuentos que respetan, cuentos que nos hacen soñar e imaginar, ¡ me encanta imaginar!.
Y así…mientras revolotean pájaros y cuentos por mi cabeza, siento el momento presente y pienso que es aquí, en el camino, el lugar donde más me gusta estar, y disfruto compartiendo la magia de los cuentos, escuchando a l@s cuentistas y descubriendo la grandeza de las cosas pequeñas.